El arte de perfumarse
A continuación, te presentamos una guía completa con consejos y trucos para que saques el máximo provecho de tu fragancia favorita:
1. Elige el momento adecuado:
- Después de la ducha: La piel húmeda ayuda a fijar el aroma del perfume.
- Hidratación: Aplica crema hidratante sin aroma en las zonas donde vas a rociar el perfume. Esto ayudará a que la fragancia dure más tiempo.
- Evita el exceso de sudor: El sudor puede alterar el aroma del perfume. Si vas a realizar actividad física o estar en un ambiente caluroso, espera a ducharte y refrescarte antes de aplicarlo.
2. Puntos de pulsación:
- Muñecas: Un clásico por una razón. Las muñecas son puntos de calor corporal que proyectan la fragancia de manera natural.
- Cuello y escote: Zonas delicadas y sensibles que reciben mayor atención.
- Detrás de las orejas: Un punto discreto que libera aroma con el movimiento.
- Interior de los codos y rodillas: Zonas de flexión que liberan la fragancia con el movimiento.
- Parte baja del abdomen: Un punto cercano al centro de tu cuerpo que irradia el aroma de manera sutil.
3. Técnica de aplicación:
- Pulverización: Sostén el frasco a unos 15 cm de la piel y presiona el atomizador con una suave bruma.
- No frotes: Frotar la piel después de aplicar el perfume puede alterar las moléculas de la fragancia y disminuir su duración.
- Menos es más: Unas pocas pulverizaciones son suficientes. Es mejor re aplicar un poco más durante el día si lo necesitas, que saturar desde el principio.
4. Zonas a evitar:
- Ropa: El alcohol del perfume puede manchar o dañar la tela. Aplica el perfume directamente sobre la piel.
- Ojos y boca: Evita el contacto directo con estas zonas sensibles.
- Cabello: Si quieres perfumar tu cabello, rocía una ligera bruma sobre la parte superior, no en las raíces.
Recuerda: El perfume es una herramienta para expresar tu personalidad y dejar una huella positiva. Aplicándolo correctamente, podrás disfrutar de sus beneficios al máximo y convertirlo en un sello distintivo de tu estilo.
